jueves, 30 de julio de 2009

Alguna vez fui sólo barro...

En la foto: Mi primer año de vida con papá y mamá.

Me moldearon estas dos personas de ensueño que son mis padres, papá Nacho y mamá Ñata que entre ayer 29 de Julio y mañana 31 cumplirían 101 años de vida. El casamiento de mis viejos con toda la familia.

Ellos están donde el tiempo ni siquiera es espera sino plenitud y Presencia.

Hace tiempo fui de barro
vivir me hizo de piedra
¡Ay Diosito de mis padres...
desgastame, seré arena...!
Y en la huella de tus pasos
caminaré hacia tu mesa.

No hay rumbo que no se encuentre
viviendo como Vos quieras...

En recuerdo agradecido y nostalgioso a mis "viejos" comparto con los amigos que visitan este blog estas fotografías.
Aprendí a cantar y tocar la guitarra con ellos en el patio de nuestra casa, entonaban viejas canciones de nuestra tierra: "El arriero va", "Yo vendo unos ojos negros", "Linyera soy", "Virgen de la Carrodilla" y tantas otras que llevé años luego a los escenarios de mi Patria.
Aprendí de ellos que la vida puede vivirse como una canción, a veces desentonada, otras veces mágica.


Y que no importa donde estamos sino hacia donde vamos.


Ocasiones soy de barro
pero otras veces de piedra
no se queje si le duele
cuando a pegarme se atreva...

Mi homenaje a D. Ignacio José Benjamín Sánchez González, mi padre, poeta y hombre escuchable al decir de César Actis, oriundo de Villa del Tránsito, luego Villa Cura Brochero; ahijado de Bautismo de Aurora Brochero de Aguirre (hermana del Cura), hijo de D. Juan Sánchez (primer capataz del Cura en las obras del Colegio de las Niñas y de la Casa de Ejercicios Espirituales entre utras tantas y de Da. Margarita González. Terciario Domínico.

Y a Da. Asunta María Dodorico Novello, mi madre, la "Ñata" (o la "Señorita Ñata"), santafesina nacida de los inmigrantes friulanos Antonio D'Odorico y Filomena Novello, ex alumna del colegio de las HH Adoratrices de Santa Fe y maestra y Vice de la Esc. Mariano Quiroga, Terciaria Domínica y gran rezadora del Santo Rosario hasta en sus horas finales.

Ocasiones soy de barro
y en ocasiones de piedra
y seguiré siendo así
hasta el momento en que muera.

Juan Carlos Sánchez Dodorico
Santa Fe, Julio 30 de 2009

lunes, 27 de julio de 2009

Saludar


Me he metido en tu "Blog de JC" – En ocasiones de piedra, y he leído lo referente a tus padres y te aseguro que se me ponía la piel encrespada, ya que creo y vaya si creo en esas cosas hermosas, producto del amor de nuestros seres queridos, que están en la casa del Padre.

Me escribe Edie Daniel Duré


Mi estimado y querido amigo y también comprovinciano:

Hace un día regresamos con Aída de las Termas, Fuimos a abrir un poco la boca y de paso a meter los "güesos" en el agua termal. Tengo una tendinitis que me tiene a mal traer.

Hace un par de hora que he regresado de hacerme una Resonancia Magnética en el hombro derecho.

En fin supongo que deben ser cosas de los años, ya que hasta los 72 recién cumplido, no había tenido nada que me embromara la salud y doy Gracias a Dios y a su Santísima Madre María del cual soy un ferviente devoto y sin pecar de soberbia, por las cosas que me han sucedido en la vida, diría que quizás un poco su protegido.

Me he metido en tu "Blog de JC" – En ocasiones de piedra, y he leído lo referente a tus padres y te aseguro que se me ponía la piel encrespada, ya que creo y vaya si creo en esas cosas hermosas, producto del amor de nuestros seres queridos, que están en la casa del Padre.

También leí, lo que escribe sobre esa niña de 15 años llamada María. Una hermosura de relato.

Tuvo valor, tuvo santidad, para hacer que su novio se banque una situación que a ella le podría haber acarreado la muerte, por parte de los moishes de la tribu.

La vida me ha permitido tener agradables experiencia y que son las que siempre han fortalecido la Fe y la templanza de mi espíritu. Y las cosas que suceden son por que siempre tienen su razón de ser.

Cuando tenía dos años, me operan de pleuresía, y me cortan dos pedazos de costillas, fue una operación muy difícil para la época y una convalecencia larga y con una santa madre que siempre estaba a mí lado, mi vieja jamás me dejó solo durante los dos meses y medio que duró mi recuperación.

De esa operación 9 niños de cada 10 morían y he visto a amiguitos míos operados y fallecer al poco tiempo. Cada vez que el doctor que me operó tenía un congreso yo era el florero obligado para demostrar su pericia médica.

La otra... tenía algo así como cinco años, carnaval, todos jugaban a la orilla del río, tirándose agua y como nadie me daba bola me meti al agua y ésta, me iba chupando y llevando al interior del río cuando aparece un muchachón de unos 14 o 15 años salido de la nada y me saca.

Nadie sabía quien era a pesar de que todos nos conocíamos. Una vieja amiga de mi Madre, curandera ella, que había visto como me iba "tragando el agua" y que de la nada aparecí en la costa, decía, que era el ángel de mi guarda. Cosas de Dios.

Ya grande casado, siempre dormí en el costado izquierdo de la cama matrimonial y cerca de la ventana.

Una noche a eso de las cuatro o cinco de la mañana me despierto y veo una señora inclinada mirándome, su tez era aceitunada, grandes ojos negros, su ropa era de una hechura burda y de hilado grueso, color marrón, parecía una prenda muy antigua, tendría unos 35 años, una hermosa mirada tierna, me miraba y se sonreía. Y no se porqué, siempre la identifique con la Madre de Nuestro Señor. Cosas, quizás, que solamente a mí se me ocurriría, Y si hoy se me hace la pregunta, digo con total seguridad, que era Ella.

En fin estimado amigo, hay algunas cosas más, pero sería hacerla larga, solamente quería decirte que al leer en tu Blog JC, me los bajó del disco duro y por obra de Dios, me lo puso en la pantalla de mi memoria.

Te mando un fuerte abrazo y el saludo cordial con un beso para nuestra querida amiga Cristina y resto de la Tropa.

Edie Daniel Duré
Córdoba - Argentina